Lo que hace que Antonio Marras sea una presencia única en la moda es su capacidad para contar historias impregnadas de autenticidad visceral. “Volando sobre Porto Conte con Antoine y Consuelo” es un viaje que comienza y termina en Alghero, la ciudad sarda donde la familia Marras tiene sus raíces. “Esta tierra es una fuente inagotable de riqueza, siempre ofreciendo historias que podemos extraer”, dijo el diseñador.
Antoine de Saint-Exupéry, el famoso escritor y aviador francés, pasó los últimos meses de su vida en Alghero, y la colección de resort de Marras nació imaginando que su amada esposa Consuelo Suncín-Sandoval Zeceña de Gómez se unió a él allí en el aire, volando el mismo avión que su marido utilizó durante sus misiones.
Una escritora salvadoreña, pintora, escultora y artista, estudió arte en San Francisco. En México, conoció a Diego Rivera; en París, pasó tiempo con André Breton, Marcel Duchamp, Balthus, Max Ernst y Picasso. Salvador Dalí fue uno de sus amigos más cercanos. En los Estados Unidos, abrió su hogar a Ingrid Bergman, Jean Gabin, Greta Garbo, Marlene Dietrich y Jean Renoir. Fue la inspiración para El Príncipe, y en esta colección, Marras imaginó el armario que habría empacado para un viaje a una isla donde el viento se ensiana el cabello.
Alentar el romanticismo de una feminidad vaga y dandiesca, la colección toma forma a través de estampados de rayas, telas de damasco y poliésteres de cuadros; flores de goma y cueros con efecto antiguo; siluetas esculpidas, dobleces ocultos y volúmenes de globo; denim desvaído, kimonos y tejidos transparentes. Los colorete falsos están hechos de seda, lasediciones de pointe están adornadas con aplicaciones que evocan un cielo estrellado o trabajadas en jacquard que representa un postcard de la cúpula de San Miguel en Alghero, mientras que los trabajos de floral recuerdan la flora salvaje de la isla.
Los colores reflejan un paisaje visto desde arriba, donde la naturaleza se extiende sobre los tonos cálidos de la tierra y los azules aéreos del cielo; un tono de borgoña lo une todo.